miércoles, 22 de diciembre de 2010

Un secreto y una promesa

Milagrosa Malapit
Un día me desperté con la luz del sol brillando en mi ventana, bajé las escaleras rápido, vi a mi familia viendo la televisión y en especial a mi madre, una madre soltera que nos supo sacar adelante, valiente, luchadora, con una sonrisa siempre, de ojos azules como los míos y rubia. La abrasé fuerte y me dio un beso en la frente y a los 5 segundos mis hermanos mayores nos aplastaron, a mí y a mi madre, con un fuerte abrazo de oso. Por la tarde mi madre nos llevo a un centro comercial para pasar el día juntos, en donde nos sacamos fotos, jugamos, comimos, reímos... Como una familia feliz, y al caer la noche comimos palomitas viendo una película de acción que no me gustó mucho, por eso me quedé dormida en el sofá. Al día siguiente me desperté en mi cama pero no había sol, estaba lloviendo, fui al baño, me lave la cara y bajé corriendo las escaleras para abrazar a mi madre como siempre pero había un problema no estaba, sólo estaba mi hermana mayor, Alicia, una chica cerrada, graciosa, simpática y siempre sonriendo, como mi madre, mamá no está en casa está con Rubén en el hospital, me dijo con voz apagada, Rubén era el único chico de la casa y el más mayor, él era quien se encargaba de todo, era simpático, amigable y aunque era mi único hermano yo lo quería como si fuera el padre que nunca había llegado a conocer, ¿Y por qué mamá está en el hospital? ¿Qué hace allí? ¿Le pasó algo?, le pregunté con voz temblorosa y de asustada, mamá no se encuentra bien por eso Rubén la llevó al hospital, pero tranquila que se curará, te lo prometo, me dijo con una sonrisa irónica y a la vez me abrazó, pasamos la tarde esperando a la llamada de Rubén sentadas en el sofá y viendo la televisión estábamos ansiosas y desesperadas hasta que cayo la noche y por fin había llegado  esa llamada de Rubén que tanto esperábamos y nos comunicó que mi madre había fallecido por un tumor al que nosotros no sabíamos nada, mi hermana al enterarse de esa noticia dejó caer el teléfono y se quedó en estado de " shock " y le pregunté que qué pasaba, pero no respondía, cogí el teléfono y  fue mi hermano quien me lo dijo, cuando me enteré me dije a mí misma que las promesas a veces no se cumplen, abrasé a mi hermana con fuerza y las dos comenzamos a llorar.
En el entierro de mi madre, un día lluvioso y negro, era el más emotivo de mi vida y para el de mis hermanos, cada uno leíamos en alto la carta que le habíamos hecho al día siguiente después de que falleciera y cuando habíamos leído nuestras cartas nos abrasamos fuerte en el recuerdo de mi madre que nunca olvidaremos. A partir de ese día tuvimos que vivir y seguir adelante, como hizo mi madre aquél día, en casa de mis abuelos, y cada día que pasaba me acordaba de una frase que nos había dicho a mí y a mis hermanos “valora lo que ahora tienes porque algún día te levantarás y no estará”.

1 comentario:

Departamento de Lengua dijo...

Mejorable. Errores de expresión y puntuación.Busca en el diccionario el significado de irónico y verás que lo empleas mal